El nacionalismo es, por definición, congénitamente beligerante, esto es, se alimenta constantemente de la confrontación y expansión territorial. Las aspiraciones independentistas catalanas son un peligro para Valencia , Baleares y Aragón oriental. La manifestación y declaraciones de los dirigentes nacionalistas del gobierno catalán de ayer son especialmente preocupantes para los valencianos porque una Cataluña independiente necesitaría mantener su discurso nacionalista reivindicando su supuesta “unidad territorial y política” sobre el “País Valencià” con el objetivo de consolidar su locura en “els Paissos Catalans”.
El nacionalismo esencialista no conoce fronteras y necesita la anexión territorial como argumento y justificación política. La política de cesiones constantes a los chantajes del nacionalismo catalán y vasco nos ha puesto a los españoles ante la peligrosísima frontera de la secesión que no terminaría con la segregación de Cataluña y País Vasco sino que amenazaría el futuro de Valencia, Baleares y Navarra como objetivos prioritarios. La llegada de la señal de la TV3 en nuestra Comunidad es, ciertamente, uno de los caballos de Troya del gobierno catalán para colar e inocular un sentimiento “común”. El otro caballo es el de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) aprobada por el gobierno Valenciano en 1998 donde los 21 académicos catalanistas son una efectiva “quintacolumna” que trabaja para hacer realidad las aspiraciones del gobierno catalán en nuestra tierra. Y esto no sólo lo consentimos sino que lo pagamos. Pero el verdadero precio de tanta cesión y rendición será, si Dios no lo remedia, otro y más caro. Muy caro.
Comentarios
Publicar un comentario